ENATE se arraiga en unos orígenes espectaculares y bellos. La historia y la cultura de la que forma parte es universal y trasciende en sus contenidos a los más íntimos deseos del hombre por obtener de la naturaleza, respetándola y amándola, los maravillosos productos que nos ofrece.
Por ello nuestra bodega, desde sus comienzos, se ha cimentado en una cultura autóctona que sorprende por sus bellísimos matices y contenidos. Nuestro primordial objetivo es, respetando los conocimientos que nos ha trasmitido nuestra historia, y adecuando la más alta tecnología existente en la actualidad, conseguir los mejores productos con los mejores frutos de la tierra.
ENATE se define a sí misma como una bodega de nuestro tiempo. Una residencia del vino aséptica y funcional sin nada que ver con la imagen oscura y subterránea que tiene el moho húmedo y espectral como protagonista.Los nuevos tiempos parecen tener sus mejores aliados en el diseño y las formas. Las instalaciones están trazadas con precisión geométrica.En ellas se repiten un ritmo de rectas y aristas que ignoran la línea curva (las formas redondeadas son patrimonio exclusivo de la barrica).
El arquitecto ha captado desde el primer momento la intensa luminosidad de esta región y la ha trasladado a los espacios interiores, de forma que aún dentro siempre queda la sensación de estar un poco fuera. Es quizás el mejor ejemplo de este juego entre naturaleza y arquitectura.