De la Legendaria ciudad de Borsao, procede el emblemático nombre de Borsao. El progresivo paso de las civilizaciones romana, hispano-visigodas y musulmanas nos ha legado retazos de su arquitectura y, sobre todo, de la inclinación natural de sus gentes a la agricultura y en particular al viñedo.
Las laderas y ondulaciones del Moncayo protegen a los vetustos viñedos, regulando el frío, el calor y el típico cierzo del norte que impregna a la uva de caractrísticos olores silvestres que poseen nuestros vinos.
Capacidad tecnológica, modernidad de las instalaciones, potencialidad de los viñedos y una minuciosa sensibilidad por el trabajo bien hecho, conforman los pilares básicos de la bodega, consolidando la marca Borsao como el máximo exponente en vinos de calidad de su Demonimación de Origen Campo de Borja.