¡ Buen Martes ! hoy vamos escribir sobre “La Montanera”, y ¿qué es? os preguntareis, es la última fase de la cría del cerdo ibérico, que consiste en dejar pastar al animal en la dehesa donde se alimentará de bellotas.

Como la maduración de la bellota es desde octubre a febrero, esos son los meses que los cerditos están en libertad y movimiento por la dehesa comiendo en abundancia y preparandose para cuando ya no hay bellotas, es decir durante el verano. Después los cerditos se alimentan de cereal.

La dehesa es una extensión de bosques, arbustos y flores en el que predominan las encinas, los alcornoques y los quejigos y cuyo fruto es la preciada bellota, la cual puebla sus suelos en abundancia.
Los cerditos suelen pasar dos veces por la Montanera, en el útimo año pesan alrededor de 90 kilos y cuando van a comer en la dehesa las bellotas suelen llegar a pesar entre 140 y 160 kilos¡¡.

Para alimentarse, los cerdos caminan hasta 14 kilómetros al día, en busca de bellotas y otros frutos que van encontrando como setas, raíces, plantas aromáticas, hierbas, es decir están de maravilla.

Durante ese periodo de estar en libertad y en movimiento, el porquero es la persona que se encarga y se didica en cuerpo y alma al cuidado y alimentación del cerdo durante su estancia en la dehesa ya que permanece todo el día con las piaras guiándolas hacia las zonas más adecuadas.

Su morfología es peculiar: pelo rojizo, orejas pequeñas y gachas a modo de teja, piel oscura y uniforme por todo el cuerpo, lomo plano y alargado que termina en una grupa alta y escurrida. Sus patas son ágiles y estrechas, de caña fina, adaptadas al medio natural en el que viven. Y lo más característico de todo, la pezuña negra conocida como Pata Negra.

Y ¿qué es lo que más le gusta al cerdo Ibérico comer en la dehesa? la bellota, fruto de la encina, del alcornoque y del quejigo, suelen tener diferentes épocas de fructificación que suelen solaparse lo que supone que se alargue el periodo de estancia del cerdo en la dehesa.

Las bellotas maduras caen sobre un manto de hierbas frescas que las protegen del barro y evitan su deterioro, los animales las localizan rápidamente gracias a su fino olfato y distinguen, por su aroma, las bellotas dulces de las amargas, las pelan con los labios desechando la corteza del fruto y se las comen a gran velocidad en un movimiento apenas perceptible. ¡Que listos estos cerditos!

El comer este fruto, la bellota, hace que vaya acumulando en forma de ácidos grasos insaturados provocando la famosa infiltración del jamón de bellota 100% ibérico y aportando la textura y el sabor característico.

Es así, sino hubiera cerdos ibéricos no habría dehesa y sin dehesa no habría Montera.

Esperamos que os guste este nuevo post y así conozcais algo más del Cerdo Ibérico y la Montera.

Os esperamos en el próximo post y sino ya sabeis en Twitter, Facebook, Instagram, Google + y www.comejamon.com