Partes del jamón ibérico: claves para disfrutar al máximo del jamón ibérico

22 febrero, 2010

Disfrutar de un jamón ibérico es, según los expertos, todo un ritual. Es importante  saber qué jamones ibéricos compramos, y cómo cortarlos. Sin embargo, también cobra importancia el hecho de saber qué parte del jamón serrano vamos a disfrutar en cada momento, para poder así aprovechar cada pieza al máximo.

Cuáles son las partes del jamón ibérico

Maza es el nombre que recibe la pata de jamón ibérico y en donde se encuentra la mayor cantidad de carne. La maza es el lugar por el que habitualmente empezamos a consumir la pata de jamón. En la maza de jamón ibérico es donde se encuentra la mayor infiltración de grasa en la carne.

Contramaza es la parte opuesta a la maza, más estrecha y curada que la maza y con mayor consistencia. La contramaza del jamón ibérico tiene poco contenido graso y es el lugar por donde se continúan los cortes, una vez que se ha consumido toda la maza.

Babilla está ubicada debajo de la maza y delimitada por los huesos fémur y coxal. Es la zona menos jugosa del jamón ibérico. Si el jamón no será consumido en mucho tiempo, los expertos recomiendan comenzar por la babilla, de modo que no se pierdan el sabor y los aromas de la maza.

Punta es el extremo opuesto a la pezuña de la pata de jamón ibérico. Es sabrosa y posee mucho contenido graso. En ocasiones es algo salada, si no está bien protegida por una capa de grasa amarillenta que cubre a toda la pieza.

Jarrete y caña son las partes del jamón serrano que se encuentran ubicadas antes de la pezuña. En esta zona del jamón serrano la carne es dura y fibrosa. Por estas características, la carne de esta zona se suele usar para extraer tacos de jamón que añadir a otros platos.

En definitiva, los expertos aconsejan conocer bien qué producto se compra, pero también aprender cómo manejar cada pieza, para poder aprovechar el jamón ibérico en su totalidad.

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